En el umbral del silencio
“[…] Y en ese mismo sentido, la mano de Carmen Chacón lo que hace es construir un mundo de cebollas patas arriba y patas abajo:tan importantes son las raíces- que nos propone como signos los frutos simétricos o arborescencias que replican el abajo.
Siguiendo un viejo truco técnico muy provechoso para aquellos pocos que lo descubren, traza un proyecto de identidades entre arribas y abajos que lo es también, y muy idéntico entre interpretaciones y construcciones.
Su pintura es de un silencio fabricado en absorciones y luego propuesto en larguísimos pensamientos derramados. Con una convicción – clara en estos tiempos- de que queda mucho lugar para la pintura y también de que es para ella simplemente inevitable.
La pintura muestra un modo de relación de la persona consigo misma y con su entorno. ¡Que bien lo dijo Piet Mondrian!: la pintura como consecuencia de todas las imágenes anteriores; la imagen exacta de la pura relación.
La pintura, una sustancia que se adhiere. Y que siempre viene de antes.”
Alberto González-Alegre, 1998
“[…] Su labor artística va incrementándose, incluso podría afirmarse que se encuentra en plena etapa de madurez.”
Ramon Casalé, 1998